Desenmascarando el espiritu de JEZABEL EN LA FAMILIA

JEZABEL EN LA FAMILIA

Cuando Jezabel actúa en la familia normalmente es la madre o la mujer que ocupa un lugar de autoridad en la casa (puede ser la abuela o alguna tía) y es de personalidad egocéntrica que pretende que los miembros de su familia giren alrededor de ella satisfaciendo sus necesidades. Recuerden que para que Jezabel actúe con libertad necesita un Acab, alguien de carácter debil y manipulable que cede sus derechos para "no pelear" o "porque le es cómodo".

También puede ser el cónyuge, hombre o mujer (conocí a un hombre que tenía “ataque de nervios”-así lo llama nuestra gente- caía, quedaba inconsciente, convulsionaba cuando su esposa no hacía lo que él quería; y la verdad es que había aprendido de su madre, que hacía exactamente lo mismo con su marido, y cuando había logrado su objetivo de ser el centro de atención y controlar su mundo “sanaba mágicamente”).

Las armas que utiliza Jezabel varían dependiendo con quién las usa: puede ser el autoritarismo y la agresividad emocional y hasta física o la seducción o el chantaje emocional por medio de la culpa, de tal modo que los hijos o cónyuge hacen lo que él/ella quiere, aunque los hijos, en sus corazones se sienten molestos por eso; también puede maldecir cuando no se le obedece, o entrar en “una crisis de nervios”, de histeria, parecidos a ataques epilépticos (lo interesante es que cuando caen normalmente lo hacen sobre algo blando, como un sofá, una cama o una alfombra, muy pocas veces se lastiman) pero el mensaje queda claro: “si no haces lo que yo quiero me voy a enfermar, y hasta a morir y va a ser por tu culpa”, y hasta puede que hagan un “fallido intento de suicidio”. Un hijo/a programado así desde pequeño es presa fácil y difícilmente pueda salir de esa situación. Un cónyuge que tolera ese sistema de vida es alguien que ya fue programado desde niño en su familia para hacerlo.

En el caso de de que sea la madre o el padre el instrumento de Jezabel, muchos de sus hijos se quedan solteros, porque él/ella tienen que aprobar al candidato/a y nadie llena sus requisitos; y el mensaje es tan sutil, como “todos los hombres/mujeres son iguales”, “nunca te cases, te vas a fundir”, etc.; así el hijo o hija solterones siguen un camino de culpa, ira reprimida y soledad; auto saboteándose para no encontrar pareja, por ej. vistiéndose poco atractivo/a para poder engañarse a sí mismo de que “no encuentra a alguien indicado” o “nadie le mira”,(he conocido mujeres en la congregaciones que se visten como monja y sin una pizca de maquillaje o hombres que por poco ni se bañan y después me piden oración “para encontrar pareja”), y si por algún milagro de Dios igual lo encuentran hace algo malo para hacer huir al candidato. Mientras la madre/padre está feliz de que sus hijos sigan en la casa así ella tiene asegurado su sustento económico y su imperio de control sigue intacto. No importa que sus hijos estén muertos por dentro y condenados a la soledad.

O en el caso de que los hijos se casen será un/a suegro/a terrible, que controlará al nuevo miembro de la familia que nunca se sentirá aceptado/a y valorado, “porque nadie cocina, lava, plancha como su mamá”, o nadie “es tan hombre como su papá” y vivirá esclavo/a de la presencia omnipresente del suegro/a.

Mi consejo para ti si estás de novio/a y notas que tu futuro/a suegro/a tiene estas características: no te cases hasta que tu novio/a sea libre de su influencia y analízate para ver que hizo que tú te enamoraras de alguien tan dependiente emocionalmente. Resuélvelo o Jezabel pasará de generación en generación y verás a tus hijos bajo su influencia. Y si estás casado/a y estás en esta situación, busca desesperadamente la Presencia y el Poder de Dios para que seas libre, tú y tu casa. Si no lo haces por ti, hazlo por tus hijos; de ti depende de que ellos caigan en poder de Jezabel o sean libres de esa influencia terrible que mata, como mínimo, el potencial de paz y felicidad.

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