Jezabel fue la esposa del Rey de Israel Acab, que violando el mandato de Jehová se casó con una extranjera que despreciaba la religión hebrea y trataba de imponer la religión de su tierra. Jezabel era una mujer que amaba tener el control de su entorno, ya sea por autoritarismo o por manipulación y seducción, las cosas tenían que salir como ella quería, todo tenía que estar sometido a la voluntad de Jezabel. Odiaba a Jehová y sus siervos, y trató en forma violenta de destruir la adoración a Jehová. Mató a muchos profetas, pero estaba Elías y después Jehú que fue ungido por Dios especialmente para matar a Jezabel. Y lo hizo, sin misericordia actuó hacia una mujer cruel y egocéntrica.
El nombre de Jezabel vuelve a aparecer en el libro de Apocalipsis refiriéndose a una mujer que estaba causando mucho daño en una iglesia local.
Pero además de estas personas físicas hay un espíritu demoniaco que actúa en las iglesias y familias. Y debemos estar alertas.
Primero, tener en cuenta que Jezabel no es un espíritu de manipulación, seducción y control, NO LO ES. ES UN ESPÍRITU DE MUERTE: MUERTE EMOCIONAL, MENTAL, ESPIRITUAL, MINISTERIAL Y HASTA FÍSICA.
Muerte espiritual: seduce y tienta para que los siervos de Dios caigan en pecado, especialmente en el área sexual (de esto es más difícil levantarse por la culpa).
Muerte mental: no permite que desarrolle sus sueños, su potencial personal y ministerial.
Muerte emocional: la intimidación, provoca miedo a “ser un rebelde” que se levanta en contra de la autoridad constituida, miedo al daño y hasta a la muerte.
Muerte ministerial: no brinda o cierra las oportunidades para el desarrollo del llamado ministerial, y los siervos de Dios se sientan en la banca “esperando una oportunidad” que nunca llega por cierto.
Muerte física: en este caso puede actuar por medio de la violencia física o directamente desde la dimensión espiritual provocar enfermedades mortales, que si el siervo de Dios se resigna puede llevarle a la muerte.
Entendamos su objetivo fundamental y su motivación: Jezabel odia a Dios y por lo tanto a sus siervos, y pretende destruir el culto a Jehová y sus estrategias son: el control, la manipulación, la intimidación, seducción y el ataque físico.
Preferentemente actúa por medio de una mujer (psicológicamente tiene la explicación de que la mujer, por su menor fuerza física, tiende a usar más las armas de manipulación y chantaje emocional y los hombres cuando quieren “resolver un problema” van directo a los puños). Esta mujer, instrumento de Jezabel, requiere de un hombre pasivo y de temperamento flemático, que prefiere que ella lleve las riendas para “ahorrarse la fatiga”.
En la familia esta mujer normalmente es la madre, egocéntrica y controladora.
Necesitamos la Unción de valentía y determinación del Rey Jehú para quitar del medio a Jezabel de nuestras vidas, familias e iglesias entendiendo que esta es una batalla espiritual de alto calibre que necesitamos librarla en oración, ayuno y usando las armas de nuestra milicia.
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” 2 Cor 10:4
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